En una mañana vibrante y llena de energía, se dio inicio al Pentatlón Militar en el marco de los IV Juegos Mundiales de Cadetes, un evento que reúne a jóvenes talentos de países hermanos en el complejo deporrivo de la Academia Militar del Ejército Bolivariano de Venezuela. La jornada comenzó con el emocionante desafío de la piscina con obstáculos, una prueba que demuestra la destreza física, la estrategia y la resistencia de los competidores.
Las delegaciones de China, Rusia, Turkiye y Venezuela, cada una compuesta por 32 atletas, se enfrentaron en esta disciplina. Las competidoras venezolanas abrieron la competencia con tiempos de 45:23 y 46:88 segundos, mientras que la atleta china destacó con un impresionante tiempo de 38:65 segundos. Las competidoras chinas continuaron brillando, registrando tiempos de 34:17 y 35:46 segundos, y las atletas rusas lograron 32:58 y 33:49 segundos.
El duelo entre China y Rusia fue bastante reñido, donde la delegación china se impuso con un tiempo de 31:38 segundos frente a los 33:41 segundos de Rusia. En la categoría masculina, los atletas también demostraron su habilidad, donde China superó a Venezuela en varias rondas, sin embargo los atletas Venezolanos demostraron su convicción con tiempos de 29:99, 31:55 y 32:31 segundos.
China también logra superar a Turkiye por pocos segundos y en el enfrentamiento entre atleta ruso contra el venezolano, Rusia realizó un tiempo de 27:31 y Venezuela 32:00 segundos. Rusia de forma individual realiza un tiempo de 25:51 y 26:68 segundos.
La jornada culminó con un emocionante enfrentamiento entre Rusia y Turkiye, donde la delegación turca se llevó la victoria con un tiempo de 25:86 segundos, superando a Rusia, que registró 26:14 segundos.
El Inspector de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, Mayor General Winder Enrique González Urdaneta, cerró la jornada con palabras de aliento a los cadetes venezolanos, instándolos a mostrar su patriotismo y compromiso.
Este evento no solo resalta la dedicación y preparación de los cadetes, sino que también celebra el espíritu de camaradería que caracteriza a los Juegos Mundiales de Cadetes, promoviendo la excelencia deportiva entre las naciones participantes.